Uday empezó a estudiar la Biblia conmigo el año pasado. Pero su camino hacia Cristo comenzó mucho antes.
Hace más de 20 años, Uday conoció a un misionero que compartió con él el Evangelio.
Aunque los dos hombres perdieron el contacto, Uday siguió buscando a Cristo. Con los años, uno de sus hijos también sintió curiosidad por conocer a Jesús.
La fe de Uday en Cristo creció y floreció mientras él y yo estudiábamos juntos la Palabra. Entusiasmado con lo que estaba aprendiendo, volvía a casa después de cada estudio bíblico y lo compartía con su hijo.
Nos comprometemos a sembrar el Evangelio en las familias, en los círculos de amigos y en las redes comunitarias.
¡Alabado sea Dios! Uday fue bautizado recientemente con varios otros nuevos creyentes de nuestra ciudad.
Tras salir del agua, Uday se dio la vuelta y bautizó inmediatamente a su hijo. Ahora ambos comparten la Buena Nueva con el resto de los miembros de su familia musulmana.
Mis compañeros de equipo y yo estamos encantados de ver cómo se extiende el Reino a lo largo de líneas relacionales en nuestra comunidad. Esto es exactamente lo que hemos estado buscando en obrando .
Nos comprometemos a plantar el Evangelio en las familias, en los círculos de amigos y en las redes comunitarias. Cada vez que hablamos de Jesús, nos aseguramos de hablar con el mayor número posible de personas, con grupos de personas y no con una sola. Nos orar fervientemente y discipular estratégicamente como plantamos semillas del Evangelio justo en el medio de las familias y redes de amigos.
Cada vez que compartimos acerca de Jesús, nos aseguramos de hablar con tantos como podamos.
Hamid es un joven que también se bautizó con Uday y su hijo. Hamid se hizo creyente después de ver cómo Cristo había transformado a su vecino, un nuevo creyente al que bautizamos a principios de año.
Ahora los dos jóvenes creyentes comparten la Buena Nueva con otros hombres de su barrio.
Gracias a Dios por lo que está haciendo en las vidas de los musulmanes y por estos destellos de cómo el Evangelio se está moviendo a través de las familias, entre amigos y a través de los barrios.
- Alabado sea Dios por atraer los corazones de los musulmanes para que encuentren una esperanza duradera en Cristo.
- Orar para que miles de musulmanes de esta región escuchen el mensaje del Evangelio y respondan con fe a Jesús.
- Pida a Dios que coloque a los equipos de Fronteras estratégicamente dentro de las familias y las redes para que puedan dar testimonio a grupos enteros.
Este relato procede de un veterano obrero. Los nombres y lugares han sido modificados por motivos de seguridad.