Están ocurriendo cosas asombrosas en nuestro país musulmán.
Vivimos en una ciudad que es conocida como un importante centro teológico del Islam. Hace años, cuando nos mudamos por primera vez al país, Dios le dio a nuestro equipo la visión de verlo moverse justo aquí, en el corazón del Islam, y de ver el resto del mundo impactado como resultado.
Ahora estamos viendo cómo esa visión se hace realidad.
Tayeb fue una de las primeras personas que respondió con alegría al Evangelio. Mientras orábamos con él y le enseñábamos, empezó a compartir el mensaje de Cristo con su familia y sus vecinos. Pronto tuvo un pequeño grupo de nuevos creyentes de origen musulmán que alababan a Jesús con él.
Tal movimiento del Evangelio en una nación musulmana como la nuestra es milagroso.
A causa de su testimonio, Tayeb ha sufrido persecución y ha pasado tiempo en la cárcel. Al ver su valentía en el sufrimiento, otros creyentes de origen musulmán han dado un paso adelante en la fe para compartir a Jesús con aún más valentía.
A medida que difunden el Evangelio, familias enteras se convierten a Cristo y le siguen.
Hoy hay más de 70 creyentes de origen musulmán adorando a Jesús en nuestra ciudad, y el número sigue creciendo. Se reúnen dos veces por semana en grupos de unas seis personas para estudiar la Biblia, orar y confraternizar.
Algunos de estos fieles creyentes ya han llevado el Evangelio a un país musulmán vecino, donde su testimonio ha llevado a una docena de personas a Jesucristo.
No se puede exagerar la magnitud de esta situación. Tal movimiento del Evangelio en una nación musulmana como la nuestra es milagroso. Es la primera vez en la historia conocida que se forma una iglesia de creyentes locales en este lugar.
- Por favor, orar por Tayeb y nuestros nuevos hermanos y hermanas para que se aferren a Jesús mientras soportan pruebas de fe.
- Orar que este movimiento hacia Cristo crezca más allá de las fronteras étnicas, culturales, lingüísticas y políticas.
- Orar por sabiduría para los equipos de Fronteras que nutren los movimientos de fe y ayudan a los creyentes a madurar frente a la persecución.
Este relato procede de un veterano obrero. Los nombres y lugares han sido modificados por motivos de seguridad.