Nadie se despidió de Hadiya cuando salió de la reunión de la confraternidad. No le sorprendió. La mayoría de la gente la consideraba una causa perdida.
Y ella sabía exactamente por qué. Meses antes, tras ser menospreciada por su amiga Zeinab, Hadiya había difundido mentiras sobre ella y algunas de las otras mujeres del grupo. Todas habían dejado de hablarle y nunca se había sentido tan sola.
Entonces Melissa, que llevaba mucho tiempo trabajando en Fronteras obrero , invitó a Hadiya a leer la Biblia juntas. Hadiya había aceptado y, en los últimos meses, había empezado a ver que Jesús la llamaba a buscar la paz con las mujeres a las que había hecho daño.
"Siento mucho lo que hice, y orar las bendiciones de Dios sobre ti."
Hadiya se detuvo al ver a Zeinab riendo con un grupo de mujeres en el patio. Hacía mucho tiempo que no hablaban, pero Hadiya esperaba poder reparar el daño que su deshonestidad y egocentrismo habían hecho a su amistad.
Respirando hondo, se movió entre las hermanas creyentes hacia su vieja amiga. Cuando sus miradas se cruzaron, Zeinab lanzó una mirada hostil a Hadiya.
De todos modos, Hadiya le sonrió tímidamente. "Siento mucho lo que hice, y orar las bendiciones de Dios sobre ti".
La mirada de Zeinab no vaciló, se dio la vuelta y se marchó sin decir palabra. Hadiya se apresuró a marcharse. Sollozando, llamó a Melissa y le contó el incidente entre lágrimas.
"Quiere saber qué ha causado este cambio en mí".
"Todavía la quiero", dijo Hadiya. "La he perdonado, y orar ella también podrá perdonarme algún día. Me he arrepentido de las cosas malas que le he hecho a Zeinab, y ahora soy diferente".
"He visto la forma en que Dios está obrando en ti", respondió Melissa. "Te estás convirtiendo en una nueva creación en Cristo".
Hadiya sonrió entre lágrimas. "Mi familia también se ha dado cuenta. Una de mis primas incluso aceptó leer la Biblia conmigo después de que me disculpase por haberla herido cuando éramos niñas. Quiere saber qué ha provocado este cambio en mí".
Antes de colgar, Melissa y Hadiya acordaron seguir estudiando juntas la Palabra y orando por Zeinab. Hadiya sabe que, gracias al poder de Dios, seguirá buscando la reconciliación con aquellos a los que ha herido y confiando en que Él ablandará sus corazones.
Orar:
- Alabado sea el Señor por cambiar el corazón y la vida de Hadiya.
- Orar por Hadiya mientras comparte el Evangelio con su familia y amigos.
- Pide a Dios que transforme las vidas de nuevos creyentes de origen musulmán como Hadiya para atraer a otros a Su gracia.
Este relato procede de un veterano obrero. Los nombres y lugares han sido modificados por motivos de seguridad.