A Annisa le encanta hablar a los demás de Cristo. Una nueva creyente en una comunidad musulmana, se está convirtiendo en una poderosa evangelista a medida que un equipo de Fronteras obreros la equipa para compartir el Evangelio.
Debido a un problema de salud, Annisa acude con frecuencia al hospital. Allí reza en nombre de Jesús por los enfermos. A menudo, Dios ha utilizado sus oraciones para sanar a personas.
Hace poco, Annisa conoció a un paciente anciano que no podía andar. Ella rezó por él, y milagrosamente se levantó de su silla de ruedas y salió caminando sin ayuda.
En otra ocasión, un paciente hizo señas a Annisa para que se acercara a su cama. Entonces le dijo algo que muchos otros le habían dicho desde que ella había puesto su fe en Cristo: "Tu cara está resplandeciente".
Milagrosamente se levantó de la silla de ruedas y caminó.
Cuando el hombre le describió lo vacía que sentía su vida, Annisa le contó cómo el Salvador había llenado su corazón de esperanza. Compartió el Evangelio con él. Luego rezaron juntos, y el hombre pidió a Jesús que llenara también su corazón.
Muchas de las personas que Annisa conoce en el hospital vienen de pueblos lejanos. Cuando se marchan a casa, vuelven con sus familias con poderosos testimonios que compartir sobre el amor de Cristo.
Mientras el equipo de Fronteras entrena a nuevos creyentes como Annisa, está ayudando a llegar a muchas comunidades musulmanas en las que aún no se conoce a Cristo.
En aldeas lejanas que no tienen acceso a atención médica, el equipo se asocia con otros creyentes de origen musulmán para ayudar a cubrir las necesidades físicas. También visitan orar en nombre de Jesús y comparten el Evangelio. En varias de estas comunidades musulmanas, los aldeanos estudian la Biblia y conocen a Cristo. Después de ser sanados en el nombre de Jesús, muchos pacientes han puesto su fe en Cristo y han sido bautizados.
En Su gran misericordia, Dios está revelando Su amor y poder a los musulmanes en varias regiones del mundo, atrayendo a muchos a la salvación que se encuentra sólo en Cristo. "Alabadle por sus proezas; alabadle según su excelsa grandeza". (Salmo 150:2)
- Alabado sea Dios por la curación física que está atrayendo a muchos musulmanes a encontrar la vida eterna en Jesucristo.
- Orar para que creyentes de origen musulmán como Annisa se llenen del conocimiento de Dios y sean audaces en su fe.
- Pide al Señor que envíe más equipos para hacer discípulos y equipar a los nuevos creyentes para que lleguen a muchos con el Evangelio.
Este relato procede de un veterano obrero. Los nombres y lugares han sido modificados por motivos de seguridad.