"Nadie me había enseñado nunca este libro", dijo Adel, un musulmán del noreste de África que leía la Biblia por primera vez en su vida. Levantó la vista del pasaje que había estado estudiando con Fronteras obrero Daniel, y dijo: "Estas son las palabras más sabias que he leído nunca. Qué pena no haber visto este libro hasta ahora".
Estaban leyendo el Sermón de la Montaña de Mateo y hablando de las enseñanzas de Cristo sobre la ira, amar a los enemigos y construir la casa sobre la roca. Al final del pasaje, Adel estaba convencido de que merece la pena seguir a Jesús.
Mientras él y Daniel continuaban reuniéndose regularmente para estudiar la Biblia y orar juntos, Adel se comprometió a seguir a Jesús.
"Mi pueblo necesita oír hablar de este tesoro", dijo Adel. "Todos los pueblos de esta región necesitan este mensaje".
Al cabo de un año, Adel había llevado a cuarenta personas a Cristo.
Primero tenía que empezar con su familia y empezar a construir su propia casa sobre la roca. Jamila, la esposa de Adel, estaba furiosa porque su marido había empezado a seguir a Jesús. Le acusaba de avergonzar a la familia por abandonar el islam. No ayudaba el hecho de que Adel siempre había sido un hombre duro y rara vez había dicho una palabra amable a su mujer y a sus hijos. Sus hijos vivían atemorizados por su ira.
Así que Adel y Daniel comenzaron a pasar horas cada semana orando para la transformación de su corazón, su matrimonio y su familia.
Al mismo tiempo, empezaron a hacer planes para alcanzar a todo el grupo étnico de Adel para Cristo. Empezó a compartir el Evangelio en pueblos musulmanes de toda la región. En varios pueblos pudo reunir a la gente en pequeños grupos para estudiar la Palabra de Dios.
Al cabo de un año, Adel había llevado a cuarenta personas a Cristo. El número de creyentes de origen musulmán sigue multiplicándose, y Adel está ayudando a formar nuevos líderes para pastorear este creciente movimiento de discípulos.
Dios también liberó a Adel de la ira, y su matrimonio y su vida familiar se han transformado. Al ver cómo Cristo cambiaba a su marido y lo convertía en un hombre bondadoso y bondadoso, Jamila aceptó el mensaje del Evangelio y ahora sigue a Jesús.
- Alabado sea Dios por salvar a Adel, sanar su matrimonio y utilizarlo para ayudar a alcanzar a su grupo de personas para Cristo.
- Orar que los creyentes de origen musulmán sean poderosos y amorosos testigos del Evangelio ante sus cónyuges y familiares.
- Orar por más obreros como Daniel que lleven el mensaje de la transformación de Cristo a las familias y comunidades musulmanas.
Un creyente de origen musulmán invita a sus vecinos -e incluso a los imanes- a deleitarse con la verdad del Evangelio.
Este relato procede de un antiguo obrero. Los nombres se han cambiado por seguridad.