Vayamos donde vayamos - Fronteras USA

Vayamos donde vayamos

Nuestra esperanza y nuestra paz no vienen de estar en un lugar concreto. Vienen de Jesucristo.
8 de enero de 2020 Por Fronteras USA
vista aérea del barrio de la ciudad

Husam estaba sentado tras un escritorio lleno de papeles importante.

"¿Por qué ha venido a este país? bien vestido.

Si mi respuesta no era de su agrado, era muy probable que saliera del despacho de Husam sin lo que había venido a buscar: su sello oficial y su firma en el último documento necesario para renovar mi permiso de residencia.

Llevaba todo el día corriendo de una oficina gubernamental a otra, intentando reunir todo lo necesario para conseguir el permiso que nos permitiera a mi familia y a mí seguir sirviendo en el país que llamamos hogar.

La semana anterior, otro campo obrero había pasado por el mismo proceso. Pero su renovación había sido denegada.

Recé en silencio. Luego le dije a Husam: "Dios nos abrió una puerta a mi familia y a mí para vivir aquí, aprender vuestro idioma y servir a la gente de esta comunidad."

La semana anterior, otro campo obrero había pasado por el mismo proceso. Pero su renovación había sido denegada.

"Interesante", respondió Husam. "Pero, ¿por qué este país? ¿No es mejor y más seguro? ¿No hay mejores trabajos allí?".

"Tal vez", dije. "Mi mujer y yo seguimos a Jesús. Y después de casarnos, rezamos y le preguntamos a Dios dónde debíamos vivir y trabajar. Creemos que Él nos guió a su país".

"¿Pero no es difícil?" preguntó Husam con sinceridad.

"Sí, es duro", le contesté. "Nuestra familia está en Estados Unidos y la echamos mucho de menos. Pero nuestra esperanza y nuestra paz no vienen de estar en un lugar concreto. Vienen de Jesucristo. Así que, vayamos donde vayamos, tenemos Su esperanza y Su paz".

Husam se reclina en su silla, aparentemente sumido en sus pensamientos. De repente, se incorporó y dijo: "Es lo mejor que he oído en mucho tiempo".

Luego se levantó y me ofreció té, una clara señal de amistad y hospitalidad. amistad y hospitalidad. Charlamos durante un rato sobre la vida, los deportes y y de los lugares que, según él, deberíamos visitar en el campo. Luego selló y firmó mi solicitud.

Es un privilegio servir aquí. Estamos agradecidos de que la puerta siga abierta para que podamos seguir compartiendo a Jesús con musulmanes como Husam.

  • Alabado sea Dios por conceder a cientos de Fronteras obreros permiso para vivir y trabajar en países musulmanes.
  • Pide a Dios que abra las puertas al campo obreros y a sus familias que han estado esperando y orando para recibir visados.
  • Orar para que musulmanes como Husam se sientan atraídos por la esperanza y la paz duraderas que sólo Jesucristo puede dar.
Seguir leyendo

When God closes the door to another city, field worker Gabby discovers an open door to share the Gospel exactly where she is.

FAITHFUL TO A CALLING

Nota del editor

Este relato procede de un veterano obrero. Los nombres y lugares han sido modificados por motivos de seguridad.