"Cuando puedan poner su iglesia a lomos de un camello, entonces creeré que el cristianismo es para nosotros", dijo un pastor somalí del este de África a Malcolm Hunter, fundador de la Red de Pueblos Nómadas.
El pastor de camellos musulmán había visto iglesias donde los cristianos se vestían con sus mejores galas y se reunían a determinadas horas en días concretos.
Si así era vivir el Evangelio, no podía imaginarse que su pueblo nómada siguiera a Jesús.
"Cuando puedas poner tu iglesia a lomos de un camello, entonces creeré que el cristianismo es para nosotros".
Nadie le había enseñado a este pastor somalí que la fe en Cristo no tiene que ver con edificios, horarios y ropa limpia. Necesitaba ver que el Evangelio también se adapta a los nómadas como él: gente dispuesta a recoger y trasladarse siempre que sea necesario.
Se calcula que 200 millones de personas viven como nómadas en todo el mundo. mundo. Llevar el mensaje de Cristo a estos grupos no alcanzados sigue siendo uno de los mayores retos misioneros de nuestro tiempo.
Desde África occidental hasta el sudeste asiático, más de 170 pueblos musulmanes nómadas permanecen completamente al margen del Evangelio. Pocos misioneros han ido a servir entre ellos, en gran parte debido a las dificultades de llegar a personas que se mueven mucho y que habitan en algunos de los climas más duros del mundo.
Muchos grupos nómadas viven en lugares remotos de difícil acceso y aún más difíciles de habitar. de difícil acceso y aún más difíciles de habitar. Son pueblos autónomos que suelen despreocuparse de los asuntos políticos y sociales ajenos a su grupo. de su propio grupo.
Más de 170 pueblos nómadas musulmanes permanecen completamente al margen del Evangelio.
Llegar a los nómadas no es fácil. Requiere tiempo, inversión y la voluntad de ir a algunos de los lugares más duros del mundo. Vivir entre ellos por el Evangelio exige sacrificar espacio y comodidad.
Pero Dios ha preparado una nueva generación de obreros para ir a llevar el Evangelio a los nómadas. el Evangelio a los nómadas.
¿Tienes espíritu aventurero y pionero? Quizá seas capaz de prosperar en movimiento.
Si dices que sí a llegar a los nómadas, probablemente te reciban temperaturas extremas, un clima brutal y unas condiciones de vida rústicas.
Pero a cambio, experimentarás una vida de aventuras inimaginables por el bien del Reino. Jesús merece totalmente la pena.
- Orar para que el Señor de la mies envíe más obreros que lleven el Evangelio a los nómadas musulmanes.
- Pida a Dios que dote a los equipos de Fronteras de estrategias creativas -en particular, tecnología y medios de comunicación- para compartir a Cristo con grupos nómadas de gran movilidad.
- Orar que Jesús se revelará a los hombres, mujeres y niños nómadas a través de sueños y visiones.
Comprueba tus oportunidades de llegar a los musulmanes con Fronteras.