Al ver las imágenes de la enorme explosión ocurrida en Beirut (Líbano) a principios de agosto, nuestros corazones se han afligido por un país que ya estaba abrumado por la crisis.
La explosión fue causada por un incendio en el puerto de la ciudad, en un almacén donde se almacenaba nitrato de amonio de forma insegura. La explosión en Beirut se oyó a más de 160 kilómetros de distancia y sacudió toda la ciudad con una onda de choque supersónica.
En la colosal explosión se perdieron más de 170 vidas. Unas 6.000 personas resultaron heridas y decenas están desaparecidas. Más de 300.000 personas se han quedado sin hogar, ya que casi la mitad de la ciudad ha quedado destruida o dañada por la explosión. Beirut se enfrenta a daños por valor de 15.000 millones de dólares.
Para el Líbano, esta catástrofe no podía haber ocurrido en peor momento.
Un acontecimiento así sería devastador para cualquier país.
Pero para el Líbano, esta catástrofe no podía haber ocurrido en peor momento.
Cerca del 75% de la población ya necesitaba ayuda, y el 33% había perdido su empleo. En este país de menos de siete millones de habitantes, un millón de personas vivía por debajo del umbral de la pobreza.
La economía ha estado fallando y la moneda había perdido el 80% de su valor en menos de un año. Antes de la explosión, los hospitales ya estaban llenos de pacientes de COVID-19, ya que los casos no han dejado de aumentar.
Por favor, recuerden a los libaneses y únanse a nosotros en orar para Beirut, para que los que lloran reciban una corona de belleza en lugar de cenizas (Isaías 61:3).
- Pide a Dios que derrame su misericordia sobre la población de este país, que ya se encontraba en estado de crisis y trauma.
- Con la destrucción del puerto, por el que entraba más del 70% de las importaciones del país, orar que los alimentos y suministros lleguen a la gente que los necesita desesperadamente.
- Orar por una provisión sobrenatural para las familias que han perdido tanto, y orar para que nadie en este país se acueste con hambre.
- Levantar a las autoridades, a los profesionales médicos y a los primeros intervinientes, cuyos recursos son escasos y cuyas energías están agotadas bajo la presión de hacer frente a la pandemia.
- Orar que los grupos enfrentados del Líbano se unan en paz y unidad para ayudar a restablecer la calma y la seguridad en el país.
- Pide a Dios que bendiga al Líbano con los recursos necesarios para ayudar al país a recuperarse de su tragedia, reactivar la economía y proporcionar ayuda a las familias afectadas por la explosión.
- Orar que los creyentes del país levanten el nombre de Cristo con denuedo e inviten a los musulmanes a acercarse al trono de la gracia.
- Orar para que los equipos de Fronteras en la región sigan la guía de Dios según Él les dirija para actuar y servir al pueblo del Líbano de forma práctica.
Foto principal de Mario Goraieb