Aprender el vocabulario del corazón - Fronteras USA

Aprender el vocabulario del corazón

Hablar el idioma de otra persona es un don que abre corazones. Más información de un Fronteras obrero de permiso en Estados Unidos.
15 de febrero de 2021 Por Fronteras USA
Mujer musulmana susurrando

Hace poco me invitaron a un baby shower para Manzoor y Deena, una pareja de refugiados procedentes del país donde mi equipo y yo servimos. La fiesta fue organizada por creyentes de una iglesia que generosamente había proporcionado casi una guardería entera para la familia.

Deena ha sufrido varios abortos. Pero ahora ella y su marido se preparan para dar la bienvenida al mundo a su primer hijo: un niño.

Ha sido una temporada dura para ellos, al estar tan lejos de la familia y aislados a causa de la pandemia de coronavirus. Aunque viven en Estados Unidos desde hace un par de años, Deena sigue teniendo problemas con el inglés conversacional.

Me pidieron que fuera a traducir y a conectar con ellos. Imagíname viendo a Deena abrir los regalos e intentando explicarle qué es un aspirador nasal. Lamentablemente, no recordaba la palabra "moco" en su idioma. Tendré que aprender esa palabra en otra ocasión.

Imagíname viendo a Deena abrir regalos e intentando explicarle qué es un aspirador nasal.

Deena derramó lágrimas al contarme lo conmovida que estaba por la generosidad y la amabilidad de personas que no son su familia de sangre. Ella y Manzoor compartieron conmigo su dolor, sus miedos y sus alegrías. Y expresaron su gratitud a Dios por haberme proporcionado un nuevo amigo que habla su propio idioma.

En los tiempos que corren, podría ir a cualquier país extranjero y utilizar el inglés y los gestos con las manos para preguntar a alguien cómo llegar a un baño.

Pero imagínese tratar de hablar de la pena y el dolor sin un lenguaje compartido. O de esperanza y salvación. La jerga, los modismos, las metáforas, el sarcasmo... no suelen traducirse.

Para comunicar la Buena Nueva y compartir con la gente más allá de un nivel superficial, es esencial hablar el mismo idioma.

Expresaron su gratitud a Dios por haberme proporcionado un nuevo amigo que puede hablar su propia lengua.

Siempre seré un aprendiz de la lengua y la cultura de Manzoor y Deena. No es fácil. Mientras servía sobre el terreno, se han reído de mí y me han malinterpretado en innumerables ocasiones.

Pero ocurre algo milagroso cuando una persona que vive en un país extranjero encuentra a alguien que conoce la lengua de su corazón. Hablar el mismo idioma abre las puertas de los hogares. Y lo que es aún más importante, abre los corazones para conectar y compartir, y para escuchar la Buena Nueva.

Doy gracias a Dios por haberme concedido el tiempo y el honor de aprender otro idioma para que los musulmanes puedan conocerle.

Que el Padre suscite más seguidores de Jesús para compartir la Buena Nueva con los musulmanes dondequiera que vivan, en otros países, en Estados Unidos y en cualquier otro lugar. Que Sus hijos reciban Su invitación a vivir encarnadamente entre los musulmanes y aprendan el lenguaje de su corazón.

  • Alabado sea Dios por suscitar mensajeros del Evangelio que se comprometen a aprender nuevas lenguas para compartir a Jesús con los musulmanes.
  • Pida al Señor que les bendiga con una capacidad sobrenatural para aprender y hablar el idioma del corazón de las personas a las que Él les ha llamado a llegar.
  • Orar para que Manzoor y Deena se sientan atraídos por Cristo y tengan hambre de Su Palabra.
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Nota del editor

Este relato procede de un antiguo obrero. Los nombres se han cambiado por seguridad.