Declaración de fe - Fronteras USA

Declaración de fe

Creemos en la plena inspiración verbal de las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento: como autoritativas, suficientes, infalibles y sin error en los manuscritos originales, no sólo por contener, sino por ser en sí mismas la única Palabra de Dios escrita; y en la necesidad de la enseñanza del Espíritu Santo para una comprensión verdadera y espiritual del conjunto.

Creemos en un solo Dios, que existe eternamente como tres personas iguales: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Creemos que los seres humanos fueron creados a imagen de Dios, pero fueron tentados por Satanás y pecaron, por lo que están bajo la condenación de Dios. Como consecuencia de la caída de Adán, la naturaleza humana está totalmente depravada.

Creemos en la deidad absoluta de nuestro Señor Jesucristo; Su nacimiento virginal; Su humanidad real y perfecta; la autoridad de Su enseñanza y la infalibilidad de todas Sus declaraciones; Su obra de expiación por el pecado de la raza humana mediante Su sufrimiento y muerte vicarios; Su resurrección corporal y Su ascensión al Cielo; Su actual intercesión sumosacerdotal por Su pueblo; y Su señorío sobre Su Iglesia como Cabeza suprema de la misma.

Creemos en la justificación del pecador, únicamente por la fe, sobre la base de los méritos y el sufrimiento vicario, la muerte y la resurrección corporal de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.

Creemos en la necesidad de la obra del Espíritu Santo en la convicción de pecado, la regeneración y la santificación, así como en el ministerio y el culto.

Creemos que la verdadera Iglesia está compuesta sólo por aquellas personas que, mediante la fe salvadora en Jesucristo, han sido regeneradas por el Espíritu Santo y están unidas en el cuerpo de Cristo del que Él es Cabeza.

Creemos en la resurrección de la carne; el juicio del mundo por nuestro Señor Jesucristo; la bienaventuranza eterna de los creyentes en Cristo; y el castigo eterno y consciente de los incrédulos.

Creemos en el inminente retorno personal y visible de nuestro Señor Jesucristo en gloria.

Creemos que Cristo ordenó a la Iglesia ir por todo el mundo y hacer discípulos de todos los pueblos, bautizando y enseñando a los creyentes.