Seguimos a Rahima por un estrecho camino de tierra que conducía desde una concurrida calle del mercado hasta una pequeña casa de cemento. Salió al porche y nos abrió la puerta.
"¡Bienvenidos!", dijo mientras nos indicaba a mi compañera Jessica y a mí que entráramos.
Rahima extendió una alfombra para que nos sentáramos en el centro de la sala. Jessica y yo nos acomodamos, las dos emocionadas por nuestro primer estudio bíblico con nuestra nueva amiga que habíamos conocido en el mercado la semana anterior.
"¡Voy a invitar a mi vecino a que venga a leer la Palabra de Dios con nosotros!".
Rahima empezó a sentarse con nosotros. Pero entonces se irguió.
"¡Espera!", dijo. "¡Voy a invitar a mi vecino a que venga a leer la Palabra de Dios con nosotros!".
Salió a toda prisa por la puerta y volvió enseguida con su vecina. Dimos la bienvenida a la nueva mujer y comenzamos el estudio.
Como hacemos en cada estudio bíblico con musulmanes, empezamos preguntando: "¿Por qué das gracias a Dios hoy?".
Como este era nuestro primer estudio con Rahima y su vecina, Jessica compartió primero para modelar un espíritu de gratitud. Dijo que estaba agradecida de haber conocido a Rahima para poder leer juntas la Palabra de Dios.
Entonces habló Rahima. Se deshizo en agradecimientos a Dios por la oportunidad de estudiar la Biblia. Nadie le había ofrecido la oportunidad de aprender sobre Dios y acercarse más a Él. Se alegró de que su vecina pudiera unirse a nosotros. Y dijo que le entusiasmaba contar a los demás lo que estaba a punto de aprender en la Palabra.
Se deshizo en agradecimientos a Dios por la oportunidad de estudiar la Biblia.
Desde aquel primer estudio, Rahima ha estudiado la Biblia con nosotros varias veces más. Y cada vez trae a un nuevo vecino o amigo.
Dios está obrando en su corazón y atrayéndola a Jesús. Estamos orando que a medida que crece en la fe, ella abrirá la puerta para que muchos otros musulmanes escuchen y respondan al Evangelio.
- Por favor orar que Rahima atesore la Palabra de Dios, crezca en el conocimiento de las Escrituras, y se convierta en una mujer de fe en Cristo.
- Orar para que la Palabra arraigue en su vida y dé mucho fruto al compartirla con sus amigos, familiares y vecinos musulmanes.
- Alabe a Dios por enviar equipos a Fronteras para compartir a Jesús con musulmanes que nunca han oído el Evangelio, y pídale que levante más obreros para ir a los lugares menos alcanzados.
A través de una simple oración de transformación, Dios salvó a la familia de un hombre y lo utilizó para iniciar un movimiento hacia Cristo entre su pueblo.
Este relato procede de un veterano obrero. Los nombres y lugares han sido modificados por motivos de seguridad.